Creo que no hay mejor forma que comenzar el blog escribiendo sobre Divergente, cuyo último libro he terminado hace apenas un par de horas, Leal. Mi trabajo me ha costado conseguirlo, ya que me planté la misma mañana que salía en el centro para comprarlo (primer día libre tras los finales de la facultad), y no lo tenía una sola librería: ni Fnac, ni la casa del libro, ni Beta ni el Corte inglés. Así que al día siguiente por la tarde por fin me enteré que había llegado a la Fnac y allí me planté con mi bici una hora más tarde.
Esta trilogía es sin duda una de mis favoritas y estaba deseando saber cómo terminaría la historia que me cautivó completamente en Divergente.
Esta trilogía es sin duda una de mis favoritas y estaba deseando saber cómo terminaría la historia que me cautivó completamente en Divergente.
Un mundo en el que las personas nos dividíamos en facciones me pareció de lo más original y la idea me ha hecho plantearme numerosas cuestiones: cuál me parecía más acertada, si en realidad nosotros también tenemos uno de esos rasgos por encima de los demás, cómo se deterioran los ideales con los que comienzan... Por eso ahora me he quedado con ganas de más. Conocimos perfectamente a Osadía y a lo largo de la historia Roth nos dio pequeñas pinceladas de la vida en Abnegación, Cordialidad, Verdad y Erudición; sin embargo me hubiese encantado leer sobre el día a días de esas facciones.
Como, por ejemplo: cómo nos sentiríamos en Verdad, donde normalmente no sólo se dicen las cosas a bocajarro sino todas las que le pasan a uno por la mente. Debo admitir que aunque sé que es imposible decir la verdad siempre en este mundo, es uno de los ideales que más me gusta. Por supuesto han sufrido una degeneración de la idea original como el resto, en este caso el creerse tener el derecho de decir absolutamente todo lo que piensan; escudándose en que si no, mienten por omisión. Esto era lo que odiaba Christina de la facción en la que nació.
Como, por ejemplo: cómo nos sentiríamos en Verdad, donde normalmente no sólo se dicen las cosas a bocajarro sino todas las que le pasan a uno por la mente. Debo admitir que aunque sé que es imposible decir la verdad siempre en este mundo, es uno de los ideales que más me gusta. Por supuesto han sufrido una degeneración de la idea original como el resto, en este caso el creerse tener el derecho de decir absolutamente todo lo que piensan; escudándose en que si no, mienten por omisión. Esto era lo que odiaba Christina de la facción en la que nació.
Otras de las facciones que me gustan es Osadía y Erudición. Ser valiente en cualquier campo de mi vida es algo que me propongo continuamente y creo que el conocimiento es algo absolutamente imprescindible. A mi forma de ver la valentía te hace feliz y la curiosidad del por qué de las cosas es innato en mí. Siempre que la crueldad y la frialdad no se impongan, creo que en ambos casos es necesario que te acompañe una parte abnegada.
Quizá la que borraría del mapa es Cordialidad, la veo totalmente falsa e inútil y no me gustó que fuese una de las dos facciones imprescindibles para la ciudad sólo por asignarles labores que podrían haber desempeñado otras facciones. Como decía la madre de Christina "la educación es un engaño envuelto en un bonito papel de regalo".
Hablando de éste último libro tengo que decir que es algo lento, aunque estás totalmente enganchado para saber qué pasará. Al principio me gustó la idea de que la historia estuviese contada en primera persona intercalando a Tris y Cuatro, definitivamente prefiero a Tris en exclusiva. Por supuesto el punto de vista de Tobías nos da una descripción completa de situaciones en las que Tris no está presente, que de otra forma serían resúmenes que conoceríamos de pasada cuando Cuatro se lo comentara a ella. Ni qué decir que los últimos capítulos de Tobías son imprescindibles.
Los personajes secundarios a mi pesar pierden algo de protagonismo y no hay tanta acción como en los otros, que quizá hubiese restado lentitud al libro; sin duda no ha desbancado a Divergente que sigue siendo el más completo de los tres para mi gusto.
La pareja de nuevo tiene altibajos en Leal y he de decir que en alguna ocasión el comportamiento de Tobías me ha repateado (igual que al dejarse embaucar por su madre en el segundo) alejándose de lo que parece normalmente, alguien perfecto, alguien que siempre sabe qué hacer, qué decir y cómo comportarse. Pero es algo necesario, ya que refleja que ninguno en la pareja es más que el otro; si hay algo que agradezco es la igualdad con la que trata Cuatro a Tris, una osada cómo él, no una chica indefensa a la que ha de proteger en todo momento como en multitud de libros.
El final me ha sabido amargo, como cada vez que termino las últimas páginas de una saga que me ha acompañado tanto tiempo, momentos en los que piensas: o no...se acaba, no va a haber más nada. Cuando cerré el libro tuve esa sensación de vacío de dar por zanjada una historia, esta vez acompañada de los últimos sucesos de la historia que añadieron un nudo en la garganta.
He de decir que me ha gustado el final, y estoy de acuerdo con la explicación de la evolución de Tris que ha dado Veronica Roth; aunque por supuesto te planteas cómo hubiese sido otro final menos triste. Y ahí lo dejo que estoy diciendo bastante.
Nos quedan las películas y las historias de Cuatro, aunque no será lo mismo.
Valoración Leal:
Valoración de la trilogía:
Y vosotros ¿qué facción preferís?, ¿os ha gustado el final o esperabais algo diferente?
Hablando de éste último libro tengo que decir que es algo lento, aunque estás totalmente enganchado para saber qué pasará. Al principio me gustó la idea de que la historia estuviese contada en primera persona intercalando a Tris y Cuatro, definitivamente prefiero a Tris en exclusiva. Por supuesto el punto de vista de Tobías nos da una descripción completa de situaciones en las que Tris no está presente, que de otra forma serían resúmenes que conoceríamos de pasada cuando Cuatro se lo comentara a ella. Ni qué decir que los últimos capítulos de Tobías son imprescindibles.
Los personajes secundarios a mi pesar pierden algo de protagonismo y no hay tanta acción como en los otros, que quizá hubiese restado lentitud al libro; sin duda no ha desbancado a Divergente que sigue siendo el más completo de los tres para mi gusto.
La pareja de nuevo tiene altibajos en Leal y he de decir que en alguna ocasión el comportamiento de Tobías me ha repateado (igual que al dejarse embaucar por su madre en el segundo) alejándose de lo que parece normalmente, alguien perfecto, alguien que siempre sabe qué hacer, qué decir y cómo comportarse. Pero es algo necesario, ya que refleja que ninguno en la pareja es más que el otro; si hay algo que agradezco es la igualdad con la que trata Cuatro a Tris, una osada cómo él, no una chica indefensa a la que ha de proteger en todo momento como en multitud de libros.
El final me ha sabido amargo, como cada vez que termino las últimas páginas de una saga que me ha acompañado tanto tiempo, momentos en los que piensas: o no...se acaba, no va a haber más nada. Cuando cerré el libro tuve esa sensación de vacío de dar por zanjada una historia, esta vez acompañada de los últimos sucesos de la historia que añadieron un nudo en la garganta.
He de decir que me ha gustado el final, y estoy de acuerdo con la explicación de la evolución de Tris que ha dado Veronica Roth; aunque por supuesto te planteas cómo hubiese sido otro final menos triste. Y ahí lo dejo que estoy diciendo bastante.
Nos quedan las películas y las historias de Cuatro, aunque no será lo mismo.
Valoración Leal:
No llega a las 5 completas porque quizá esperaba algo aún más impresionante al otro lado de la valla
Y vosotros ¿qué facción preferís?, ¿os ha gustado el final o esperabais algo diferente?
Ola oiie quisiera saber en que termina trabajando Christina en leal?
ResponderEliminarCreo que ayudando a las personas de la frontera a reintegrarse a Chicago..
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