Colección : La tierra heredada (1/3)
Precio: 7,99€ (ebook)
Editorial: La factoria de ideas
Año de edición: 2011
"Por todo el planeta, adolescentes como Travis, Richie, Mel, Jessica y Simon se ven obligados a improvisar soluciones y a cooperar. Pero un mundo sin normas no es la utopía que muchos imaginaban: ahora las cosas se han puesto realmente feas. Aquellos que no se adaptan a su nueva situación terminan tan muertos como los adultos que han caído por «la enfermedad». Ante esta situación, no tardan en formarse bandos. Algunos quieren conseguir lo que necesitan por la fuerza, pero otros los más organizados quieren reconstruir el mundo que sus padres dejaron atrás. Restaurar la sociedad será difícil, pero no imposible. Después de todo, piensan que lo peor parece haber pasado.
Pero se equivocan. Acaba de empezar."
Tras Starters me animé a leer otro libro del que no conocía lo ninguna opinión. Lo vi en la biblioteca de mi tablet y me extrañó que ni recordase tenerlo, sobre todo al tratarse de una historia apocalíptica con una sinopsis que no tenía mala pinta.
La primera parte nos presenta la vida de los personajes que se convertirán en protagonistas a la vez que vamos descubriendo detalles sobre una gripe que cada día afecta a más ciudadanos. La historia gira en torno a Travis, Mel y Jessica, amigos desde la infancia; Richie, el típico chulo de instituto; Simon, un estudiante que sufre acoso y Tilo, una adolescente criada en medio de la naturaleza. Poco a poco es la enfermedad la que gobernará sus vidas hasta que llega lo inevitable. Es entonces cuando el grupo comienza su aventura en busca de un ideal para no acabar los personajes de El señor de la moscas (trama que destripan en una conversación, así que cuidado si queréis leerlo).
Mientras más avanzaba más me recordaba todo a The walking dead sin zombis (serie que recomiendo desde aquí, aunque dudo que haya alguien que aún no la conozca): un grupo variopinto que recorre un mundo apocalíptico donde no existen las reglas lleno de supervivientes con comportamientos totalmente imprevisibles. Estaba encantada a pesar de fastidiarme un pelín que los protagonistas fuesen tan jóvenes (alrededor de 16 años) con comportamientos.... pues eso, muy adolescentes. Hubiese preferido que la media de edad de los protagonistas fuese de dos años más, cosa que arreglaría las expresiones e ideas demasiado maduras que aparecen en alguna ocasión y que chirrían un poco en boca de personajes que están en plena adolescencia.
Si hay otro tema donde flaquea es en las relaciones sentimentales, por Dios vaya 3 libros que llevo en este aspecto... Sólo hace falta conocerse para enamorarse perdidamente y a los cinco minutos puedes volver a perder la cabeza por otra persona diferente. Más realismo y sentimientos más profundos por favor! Siempre he pensado que para meter las cosas con calzador mejor que no aparezcan. Y si tienen que estar sí o sí queda mucho mejor que sean presentadas desde alguien externo, algo así como: Travis comenzó a pensar que fulanito y menganita pasaban cada vez más tiempo juntos, ¿desde cuándo se miraban así?. Es una de las ventajas de un narrador omnisciente que le hubiese venido de perlas al autor para no forzar nada.
Pese a esto cada uno de los personajes está muy bien definido y tienen caracteres muy equilibrados. Son personajes imperfectos que resultan totalmente reales y hace que se produzcan acuerdos y desacuerdos con cada cosa que ocurre, a veces unos tienen la razón otras no entiendes que puedan pensar así. Cada uno tiene defectos y virtudes y todos se equivocarán en alguna ocasión (o harán algo bueno para variar).
A través de esos comportamientos el autor lanza un toque de atención, deja entrever el poco peso que tienen los adolescentes en la sociedad provocado por las pocas obligaciones y responsabilidades que tienen hoy en día. Porque si hay algo que abunda en Tiempo de cosecha son estos pequeños rapapolvos al ser humano: racismo, malos tratos, padres cuestionables, egoísmo, crueldad... Aunque el tema estrella es algo que muchos se han preguntado alguna vez: ¿el ser humano es malo o bueno por naturaleza, fuera de las normas de la sociedad? Con respecto a esto debo destacar que hay una escena llevada a cabo por un grupo de chavales en el colegio que me pareció bastante dura, me dejó impresionada lo que fueron capaces de hacer en cuanto desaparecen las normas.
Tiempo de cosecha es un libro que engancha a pesar de ser bastante juvenil, no le falta acción y lo recomendaría especialmente a gente algo más joven porque seguro que lo disfrutaría mucho más. Si lo hubiese leído con 17 años se hubiese llevado una nota mayor.
Ahora mismo estoy terminando su continuación, Cosecha de esclavos. Avanzo que no está gustando tanto como el primero aunque va mejorando poco a poco, la reseña aparecerá por aquí en breve.
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