Imprescindibles (II): Nana de Ai Yazawa

Una nueva entrada de la sección imprescindibles que me ha traído de cabeza esta semana. Desde que ideé esta sección quería que este manga tuviese un hueco en ella, porque es el mejor que he leído nunca. El dibujo es sublime, los personajes están perfectamente caracterizados, hay personalidades para todos los gusto y un montón de relaciones que se van entrecruzando. Toda una joya. 

Pero esta recomendación es un arma de doble filo: la autora ha dejado en stop  el manga desde 2009 por una enfermedad. Se dijo que después de tanto tiempo quedaría incincluso, pero en 2013 la mangaka publicó unas páginas de El pub de Junko donde salen personajes de Nana hablando incluso de la enfermedad de la propia Ai Yazawa. A lo largo del año también ha realizado nuevas portadas para re-ediciones de otros de sus mangas y ya se comienza a hablar sobre una posible reanudación de Nana (aunque no inminente, eso seguro).

La historia se centra en dos jóvenes, ambas de nombre Nana, con caracteres totalmente opuestos. En apariencia una es dulce, frágil y sensible; la otra fuerte, valiente y de ideas claras. Ambas luchan por llegar a ser felices, ya sea buscando el amor de tu vida como es el caso de la primera o escalando hacia el éxito y la fama como pasa con la segunda. 

No es de esperar que dos personas tan diferentes puedan verse unidas por una amistad de las que marcan tu vida, pero justamente es lo que sucede. A lo largo de los capítulos vemos cómo se va forjando, cómo los dramas y pequeños momentos de felicidad van llenando sus vidas y las de otros personajes que se van añadiendo.

No sé cuantas veces me habré emocionado leyendo Nana; pero han sido muchas más que con cualquier otra lectura. Ai Yazawa no crea la trama con imprevistos, la construye con auténticos dramones que harán sufrir a los protagonistas hasta llevarlos límite. Es uno de esos libros en los que te pasas todo el rato quejándote de lo que hace tal personaje, de lo cab*n que es otro, del pobre que sufre las consecuencias...hasta que te llena la alegría cuando llega por fin un suspiro de felicidad.

Si buscáis un libro que deje los sentimientos a flor de piel Nana no os dejará indiferentes. Las que no os hayáis lanzado con los mangas aún no penséis que por ser una novela en viñetas resultará algo infantil, yo incluso la calificaría como adulta más que juvenil. 

Os animo a que os hagáis con esta obra, pero no vengáis después a matarme cuando lleguéis al capítulo 84, no encontréis ninguno más y os entre el ansia viva con las doscientas preguntas y teorías que haces sobre parentescos, engaños y sentimientos ocultos. Mejor vais a casa de la autora, ya recuperada, y os ensañáis con ella por esos momentos "No me lo puedo creer, no puede ser" y le metéis algo de prisa por terminarla.

Aún espero que el Rey Demonio deje de hacer de las suyas y nos llegue un final de Nana que cierre la historia y nos desvele todos esos misterios.