Queridas editoriales españolas #2: El papel pasó a ser gratis.

Esa es la única explicación que puedo darle a las ínfimas diferencias de precio que veo desde hace tiempo entre libro y ebook con un mismo título. Y no me vale la explicación: un libro no es simplemente pagarle al escritor, ya no tenemos 10 años y la mayoría de nosotros sabemos como funcionan las cosas.

Sé que una editorial no existe como un ente que está al servicio y a los deseos del lector porque le reporte una satisfacción personal, por tanto no tiene sentido exigir y criticar pasando por alto el detalle de que una editorial es y será siempre una empresa; y como tal, piensa sólo y exclusivamente en sacar beneficios. Hasta ahí bien, no le he descubierto nada nuevo a nadie ( o sí, porque también reconozco que a veces veo quejas que comprendo, pero que pasan por alto este aspecto y no piensan en la rentabilidad de un libro). El problema está en el margen de esas ganancias.

La editorial debe cubrir unos gastos: pago al escritor, salario al personal que trabaja en ella, traductor incluido si es una novela extranjera; y gastos materiales: impresión y distribución. Peeero esto último no son gastos que se deriven, y por tanto que haya que cubrir, de un ebook. Es decir, podemos coger el precio de un libro impreso y restarle los servicios que no son necesarios en la versión digital para obtener su valor de mercado. Pues bien, no me salen las cuentas en muchos casos.

Es por todos conocido que a la hora de comprar un libro no es raro ver uno por 16,50€ euros, y el ebook por 13,99€ (acabo de buscar un ejemplo en la web de La casa del libro, que leí hace 3 años y ha tenido bastantes ventas, lo digo por aquello de amortizar en un tiempo tras lo que puedes permitirte rebajar el precio para aumentar ventas...).¡2,51 € de ahorro! ¿Me explica alguien esto? Quizá el papel sea ahora una materia prima que crece en los árboles (y no me refiero que salga de ellos...), o la encuadernación en tapa dura salga gratis porque se encarga el primo de; o a lo mejor estoy equivocada y exista un camión que reparta en soporte físico cada ebook librería por librería para después cargarlo en la base de datos de ésta y poder venderse online. Es más, existen casos en los que el ebook tenía un precio superior a su homólogo no digital. Y ahora, ¿qué? ¿Es que la empresa distribuidora, no sólo no te cobra, sino que te paga por contratarla? Al final va a ser verdad eso de que llegaremos a pagar por trabajar. Nótese mi ironía.

Pero encima tendré que leer que el público considera que los ebooks son caros porque los compara con el libro, que es algo físico que te llevas a tu casa, y por ello no juzga adecuadamente el precio que debe tener para ser rentable. Por favor, no dudéis así de la capacidad de raciocinio de todo consumidor con esa excusa.

El mayor problema es la poca fe que tiene esta industria en el futuro del formato en papel. Creen que si bajan los precios del digital acabará por desaparecer del mercado porque el comprador verá lo mismo por un precio menor. Pues les remito a amazon, donde el precio para kindle es bastante más competitivo en algunos casos y aun así seguimos comprando en papel. Pero ese es un dato que ya manejan pues se la he hecho un boicot que llegó a los tribunales en las que se acusaba a Apple y algunas editoriales de prácticas de legitimidad dudosa.

Así que lo único que consiguen es estancar este mercado, uno que podría resultar beneficioso para ambas partes si se organizase y se hiciese una buena estrategia de venta. Pero no, parece que no quieren que compremos ebooks. O por lo menos yo no lo hago si no es a buen precio en amazon ( y no siempre) o títulos como los que ponen en venta la editorial Kiwi, a un precio razonable (y no, no colaboro ni tengo lazo alguno con esta editorial, si la nombro es porque me gustó encontrar la saga Covenant en ebook a un buen precio).