<h2> <span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: x-large;"><span style="color: #6aa84f;">Imprescindibles III:</span><span style="color: #3d85c6;"> Los lobos de Mercy Falls</span></span></h2>

En la lista de imprescindibles no podía faltar la trilogía que me descubrió a Maggie Stiefvater. Ha pasado a formar parte a mi lista de libros para recomendar porque creo que es bastante difícil que no le gusten a alguien, aunque sea mínimamente.

Los lobos de Mercy falls es una trilogía compuesta por Temblor, Rastro y Siempre. En este caso me parecen igual de buenos los tres.  Más aún, diría que a cada capítulo que avanzamos aumenta el listón. El primero se centra en una tierna historia de amor, a la vez que hace de introducción para asentar las bases de la trama sobrenatural, trama que comenzará a tener mayor protagonismo en los siguientes libros.

Algo que destaca en esta trilogía (a parte de sus preciosas portadas) es lo bien escrita que está. Creo que podría definir la escritura en dos palabras: Maggie Stiefvater. Y se traduce en una lectura rápida y amena,   sin dejarse empañar por las descripciones, un aspecto que domina la autora perfectamente ya que llega al punto justo en el que podemos visualizar lo que ella quiere sin resultar pesadas.  También logra meternos en la piel de cualquiera de los personajes, que se convierten en narradores en capítulos alternos. 

En Temblor podremos seguir la historia a través de los ojos de Grace y Sam, protagonistas indiscutibles de la historia. En otras partes de la trilogía se van añadiendo otros personajes y nuevos narradores, algo que enriquece muchísimo la historia y le da un suplo de aire fresco en Rastro. Ningún personaje sobra en esta historia, todos aportan su granito de arena  con sus formas de afrontar los problemas, sus sentimientos y su propia visión del mundo. Creí que ningún personaje me podría enamorar más que Sam o Grace al principio, pero la trayectoria de Isabel o Cole conforme pasamos las páginas hace que también tengan un hueco en nuestro corazón para ellos.

Maggie consigue que casi podamos palpar los momentos de amor, de desesperación y de alegría. Logra mantenernos pegados al libro dando a los protagonistas una de cal y otra de arena, cuando obtienen una victoria enseguida viene otro problema que resolver (o resultaba que la victoria no lo era tanto). Quizá el primero sea menos dinámico que Rastro y Siempre, es más bonito y romántico pero no tiene tanto movimiento como hay en el resto.

Una pega (porque yo siempre tengo algo a lo que sacarle la puntilla...): no hay cosa que odie más que los finales abiertos y Siempre tiene uno de estos. Con lo bien que queda una historia con final feliz o triste, pero FINAL. Y  bajo mi punto de vista, en este caso no podemos usas las mayúsculas para escribirlo.  

Esperemos que se solucione en el spin-off con Cole como protagonista, Sinner, que llegará a las librerías de estados unidos el 1 de Julio; con un cambio de portadas que no termino de ver bajo el brazo.

¿Os llama la atención? Y para las que lo habéis leído, ¿estáis de acuerdo con esta recomendación?